El Gobierno de Misiones ha emitido una firme advertencia a los policías que participen en protestas: serán despedidos. El ministro de Gobierno, Marcelo Pérez, calificó la sublevación de los agentes como “inadmisible” y destacó los aumentos salariales que se han implementado este año.

En una entrevista con radio La Red, Pérez confirmó que los policías involucrados en las protestas enfrentarán consecuencias serias, incluyendo despidos y acciones legales. “Hay una denuncia penal que determinará las responsabilidades”, declaró el ministro. Pérez también criticó el uso de recursos del Estado en las protestas, citando el caso de 28 vehículos policiales utilizados de manera inapropiada.

El conflicto en Misiones se ha intensificado con la toma de edificios públicos y las manifestaciones de docentes y policías. Ramón Amarilla, vocero de la policía, describió la situación como una “dictadura disfrazada de democracia” y exigió un aumento salarial del 100%. Aunque los manifestantes están abiertos al diálogo, consideran que las ofertas del gobierno hasta ahora no han sido adecuadas.

Pérez defendió las políticas salariales del gobierno, asegurando que los incrementos triplican el índice de inflación reciente y que el aumento acumulado supera el 70%. Sin embargo, reconoció que la situación económica general ha afectado el poder adquisitivo de los trabajadores. Hizo un llamado a la paz social, insistiendo en que la violencia no es el camino para resolver los problemas y que el diálogo es esencial para encontrar soluciones.